martes, 4 de noviembre de 2014

Terapia contra ti.

Tan diferente es nuestro amor, que yo me convertí en la mujer esa, de la que tanto me burlaba, esa que deja todo cuando ama y tú sólo me quieres con amor de ese, del que se empeña en calmar mis demonios, y yo te quiero aún siendo uno de ellos.
Tan diferentes somos que tú te ahogas en el mar donde siempre he nadado; yo justifico tu llegada sin maletas creyendo que eres fanático de la improvisación y tú ni siquiera tocas la puerta, porque no pretendes quedarte; porque a mi me gusta quedarme y dejar huella, y a ti huir y dejar cicatrices.
Tan diferentes somos, que yo escribo miles de historias en tu espalda y tú eres un libro con páginas en blanco al que le arrancas las hojas cada vez que algo te sale mal; yo bailo sin música y tú necesitas una orquesta para tararear.
Tan diferente es nuestro amor, que lo único que le da vida a lo nuestro es mi esperanza; tú prometes como hablas y yo jamás prometo nada porque no quiero fallarte.
Tan diferentes somos que a pesar de ponerte a ti sobre todas las cosas y quererte como nunca a nadie, aprendí ya que perdiendo a veces se gana y si no, se aprende; que cuando se quiere con el alma y la balanza no está equilibrada, hay que dejar ir, decir adiós y continuar.
¿Y tú? Tú vas a estar bien, lo sé porque las personas que sólo piensan en uno mismo, siempre están bien.

Mariel Barradas.

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